miércoles, 22 de diciembre de 2010

HIPÓCRITAS Y ACTOS DE AMOR...

hipócrita: Que actúa con hipocresía.
hipocresía: Fingimiento de sentimientos, ideas y cualidades, generalmente positivos, contrarios a los que se experimentan.

¿El estudio de una carrera como medicina, y su posterior desarrollo profesional, por poner solo un ejemplo, son un camino hacia el beneficio de la humanidad? ¿Es realmente la "empatía" hacia el sufrimiento del prójimo lo que conduce a muchas personas a dedicar su vida a la medicina, por ejemplo? No lo creo. Quien desea dar ese servicio a los que sufren, se hace misionero, no médico. Y cuando digo misionero, me refiero a todas esas personas que entregan sus vidas, o partes de sus vidas, que no salen en las noticias, que no ganan premios nobel, y que modestamente ofrecen lo más puro del ser humano a quién lo necesita; eso llamado "amor", "comprensión", "cariño", "apoyo", "cuidados", "ayuda", etc...
No quiero decir con esto que los médicos no sean necesarios, ni mucho menos, ni que no tengan sentimientos, evidentemente, porque supongo que hay de todo en este mundo. Pero un enfermo o un paciente, lo es durante las 24 horas del día, no solamente durante el tiempo de una consulta. El paciente, no es un número o un caso especial para estudio, es un ser humano, al igual que quién ejerce la medicina. Pero ya vemos como funciona este mundo y lo que verdaderamente motiva e interesa a la gran mayoría de personas. En el momento en que sufrimos, o cuando somos enfermos, es cuando verdaderamente apreciamos la labor de cada una de estas personas; primero, los que examinan y deciden lo que tienen que decidir (basado en comparaciones y estadísticas siguiendo unas pautas establecidas) y recetar lo que les imponen las multinacionales farmaceuticas, sin importarles el buscar el origen de la enfermedad, ni tratar a las personas como a seres humanos... Y realmente me cabrea esto, mucho... porque atrás quedaron los tiempos aquellos en que la gran mayoría de médicos eran humanos, cuando eran personas que se interesaban por la salud de sus pacientes, cuando no les importaba visitar a la hora que fuera, ni perder el tiempo necesario con su enfermo...

Hace poco alguien me contó, alguien que realiza una labor humanitaria, quitándose horas de su vida privada, sin cobrarlas, para ayudar a unas personas que necesitan atención y cuidados, me contó como digo que hablando con una doctora, esta le dijo que se "empatizaba" demasiado con "esa gente", que debía olvidarse de ellos una vez saliera por la puerta... Creo que está muy claro que, ciertos seres sobrevuelan al resto del mundo, porque en su "estatus" se creen dioses, y ese, no es el rumbo que ha de tomar el ser humano...
Desde aquí quiero dar las gracias a todas estas personas que modesta y silenciosamente, están dando su verdadero amor, ese amor puro y falto de interés, hacia el prójimo, sin importar la raza, los credos ni la situación económica...


Texto del Juramento Hipocrático

«Juro por Apolo el Médico y por Esculapio, Higeía, Panacea y por todos los dioses y diosas, poniéndolos de jueces, que éste mi juramento será cumplido hasta donde tenga poder y discernimiento. A aquél que me enseñó este arte, le estimaré lo mismo que a mis padres; participará de mi mantenimiento y si lo desea participará de mis bienes. Consideraré su descendencia como mis hermanos, enseñándoles este arte sin cobrarles nada, si ellos desean aprenderlo.

Instruiré por precepto, por discurso y en todas las otras formas, a mis hijos, a los hijos del que a mí me enseñó, y a los discípulos unidos por juramento y estipulación, de acuerdo con la ley médica, y no a otras personas.

Llevaré adelante ese régimen, el cual de acuerdo con mi poder y discernimiento será en beneficio de los enfermos y les apartará del perjuicio y el terror. A nadie daré una droga que pudiese ser mortal aun cuando me sea solicitada, ni daré consejo con este fin. De la misma manera, no daré a ninguna mujer pesarios abortivos. Pasaré mi vida y ejerceré mi arte en la inocencia y en la pureza.

No cortaré a nadie ni siquiera a los calculosos, dejando el camino a los que trabajan en esa práctica. A cualquier casa que entre, iré por el beneficio de los enfermos, absteniéndome de todo error voluntario y corrupción, y de lascivia con las mujeres u hombres libres o esclavos.

Guardaré silencio sobre todo aquello que en mi profesión, o fuera de ella, oiga o vea en la vida de los hombres que no deban ser públicos, manteniendo estas cosas de manera que no se pueda hablar de ellas.

Ahora, si cumplo este juramento y no lo quebranto, que los frutos de la vida y el arte sean míos, que sea siempre honrado por todos los hombres y que lo contrario me ocurra si lo quebranto y soy perjuro.

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