MÁS SOBRE "ELLA"...

Una horizontalidad para el reposo, para el contacto con la tierra, para la unión física, para... en fin, para lo material...
Una verticalidad para la conexión con lo divino, para ver la horizontalidad del paisaje, que son los límites de lo humano...
Una forma que es un símbolo, una cruz, une lo espiriual y lo terrenal...

No queremos hablar de ello, por ese miedo que nos une desde tiempos inmemoriales, ni tampoco que nos hablen. Obviamente tampoco deseamos verla con nuestros propios ojos... y nos pintamos un paisaje lleno de luz, con muchos bellos colores, ignorando lo más cierto de esta vida, disfrazándonos de perfectos iluminados o mostrándonos ante los demás como seres que ya han alcanzado su madurez en este mundo. Pero ella siempre está allí, esperando... y es un paso que todos vamos a dar, queramos o no, ya seamos niños o ancianos, enfermos o sanos, ricos, reyes, ladrones o intocables... bla,bla,bla,bla....

Monsieur de Sainte Colombe, en el momento en que perdió a su mujer, abandono este "mundo real"... se hizo construir una cabaña en su jardín, y allí fue donde pasó la mayoría de su tiempo mortal, componiendo y sobre todo tocando su viola, en busca de esa conexión, de esa puerta para poder contactar con el otro mundo, donde vivía ahora su amada. Esa puerta se abría con una llave, y Monsieur de Sainte Colombe la tenía; era el acceso a un "estado alterado de... sentimiento", esa llave se la daba la pureza de lo que sentía con la música, algo muy alejado e incomprensible para muchos de los llamados "músicos" o "artistas" de hoy en día... porque el verdadero arte, es sentimiento... nada tiene que ver con la sgae o la pirateria, con la cantidad de discos vendidos o la cantidad de gente que va a ver una exposición...
Recomiendo a las personas sensibles que vean "Tous les matins du monde", pero no espereís acción, intrigas, etc... solamente hay sentimientos expresados con música antigua y exquisita fotografía...