"..Pinté un par de cuadros más, de colores tostados y óxidos, que son los que estoy utilizando, porque son los que tengo y tal y tal. Poco a poco voy viendo o vislumbrando un posible camino a seguir que parece que me convence. A pesar de ser abstracciones, algunas pinturas me hacen sufrir a la hora de crearlas, porque más o menos se lo que quiero pero no me convence el resultado y vuelvo a embadurnar toda la superficie para pintar de nuevo. En otras ocasiones "las casualidades" me hacen ver un sendero que me parece interesante. Aún permanecen en mi mente esos "hallazgos estéticos casuales" de la Roser*, creo que sin darse cuenta marcó una ruta en el camino del arte, al menos por mi parte, le debo mucho a esas "visiones modernas" en esa época gris.
Otra cuestión es la falta de material, la base en que necesito pintar. Ahora que estoy animado, me encuentro con maderitas pequeñas cuando lo que necesito expresar es algo grande. Siento que hay que hacer grandes obras, que no valen las pequeñeces, que si hay que decir algo, debe impresionar... Jamás pienso en vender o en si lo comprenderán o si gustará una de mis obras mientras la estoy creando, solamente estoy yo y la obra, que es una puerta a otra dimensión. Yo me limito a ir haciendo cosas raras con un pincel, como movimientos mágicos, caricias, toques de atención, salpicaduras, etc intentando encontrar la "fisura" que me hable desde el otro lado..."
*Profesora de dibujo artístico y plástica, de E.G.B.
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