Un pequeño error de décimas desenfoca la imagen. Imaginaos simplemente esto: desde que pulso la tecla para hacer la foto, hasta que el sr. móvil se decide a hacerla, pasa casi un segundo, y si a esto le sumamos el batido del pulso en la mano o una casi imperceptible brisa, y si además, nuevamente sumamos que el modelo es un insecto y no tiene muchas ganas de quedarse inmóvil, se puede comprender lo difícil que es que la imagen quede enfocada. Muchas fotos las repetí un montón de veces e incluso con algunas tuve que desistir... pero vale la pena, siempre vale la pena...
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